Los miembros de la realeza saben que su exposición en público puede generar problemas o desastres. Por ejemplo, bastaría con la prensa para generar una catástrofe, porque todos recordamos la trágica muerte de Lady Di a manos de los paparazzi en el túnel del alma en París. Sin embargo, ella no es la única miembro de la familia real británica que ha sido objeto de este tipo de ataques.
En 1994, el actual Rey Carlos III, quien en ese entonces era el Príncipe de Gales, llegó a Australia en una visita oficial. Carlos se encontraba en el escenario para dar un discurso cuando se pudo escuchó un disparo, pero el Príncipe de Gales no sabía que era un disparo y su expresión lo demostró.
Carlos se dio cuenta de lo que estaba pasando cuando uno de sus guardias lo empujó a un lado para protegerlo mientras otros guardias intentaban contener al «presunto atacante» del hijo de la reina Isabel II. El atacante de 58 años dijo que lo hizo porque quería «limpiar de alimañas a la familia real«.
Sin embargo, el Rey Carlos III no fue el único miembro en enfrentar este tipo de ataques, ya que varias veces miembros de la familia han sido agredidos por «fanáticos» que han querido acabar con la vida de algunos miembros de la familia real.
Entre los ataques, uno de ellos fue hacia la Reina Isabel II, quien se encontraba celebrando el Trooping The Colour en uno de sus caballos en 1981, cuando de repente, un hombre llamado Marcus Serjeant apuntó con un arma a la reina y disparó 6 veces seguidas.
El atacante fue arrestado de inmediato por la policía británica y afortunadamente la Reina no resultó herida.