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El príncipe Harry y Meghan Markle han sido invitados a la coronación del rey Carlos III y Camilla Parker, pero la tensión entre ellos sigue demasiado fuerte. Los duques de Sussex aún no han confirmado su asistencia debido a las posibles humillaciones y la estricta vigilancia a la que podrían estar sometidos por parte de la Familia Real británica.
El experto en realeza británica Richard Fitzwilliams asegura que Harry y Meghan Markle se encuentran en un problema:
Si asisten, serán vigilados constantemente y si no lo hacen, correrán el riesgo de considerarse irrelevantes en la familia real. Además, podrían perder sus contratos con Netflix, Spotify y Random House al perder su estatus en la realeza.
Si los duques de Sussex deciden asistir a la coronación, se espera que la familia real los controle de cerca para evitar que vean o escuchen algo que puedan sacar a la luz. Se dice que los cortesanos y miembros de la realeza solo podrán hablar sobre el clima con ellos para evitar cualquier tema que pueda ser delicado.
El experto Fitzwilliams también advierte que el Príncipe Harry y Meghan Markle podrían verse obligados a asistir para no poner en peligro sus contratos con las empresas. Aunque la posibilidad de que la pareja acepte la invitación sigue en pie, se cree que si deciden asistir, deberán estar preparados para la humillación y el distanciamiento de la familia real.
La coronación del rey Carlos III es un evento histórico que marcará la historia de la realeza británica, pero para los duques de Sussex, representa una difícil decisión entre mantener su estatus en la familia real y evitar posibles humillaciones y una vigilancia extrema.
Solo el tiempo dirá si Meghan Markle aceptará la invitación y asistirá junto al príncipe Harry o si este último terminará yendo solo a la ceremonia.